Dalya Salinas
Fundadora y editora de 24deJunio
24 de junio de 2024. Primer aniversario de nuestro blog en Globalitika
A un año de haber iniciado este proyecto, he constatado que las mujeres son indispensables para el éxito de la labor diplomática.
Hoy cumplimos un año de haber iniciado este proyecto para visibilizar y difundir las voces de las mujeres que viven y se desempeñan en la Diplomacia. En aquel momento, definimos una línea editorial y una visión de campo para no perder nuestro objetivo. A un año de haber iniciado esta idea, queda claro que las mujeres desempeñan tareas indispensables, aportan un estilo de trabajo y una ética profesional no sólo oportuna sino necesaria en tiempos de precariedad, y redefinen el compromiso vocacional.
Muchas mujeres en esta profesión y en este estilo de vida se mantienen muy activas creando asociaciones, grupos de apoyo, o en activismos institucionales que no obtienen ningún reconocimiento. Pero su persistencia está cambiando las cosas y se están modificando las normas de lo “socialmente aceptable” en el discurso oficial, en las imágenes, en las conversaciones de pasillo, en lo privado.
Nuestra esperanza es que las voces publicadas aquí sirvan para representar a muchas otras: A las madres, a las cónyuges, a las jóvenes, a las más experimentadas y que han visto estos cambios suceder en su propia vida. El espacio existe para recordarnos mutuamente que no estamos solas; nuestra experiencia personal no es la norma pero tampoco es incomunicable ni ajena a la realidad. En los episodios donde nos sentimos más atípicas e incomprendidas formamos parte de un gran colectivo. Somos mujeres ejerciendo una profesión que, aunque vocacionalmente nos necesita, por diseño social e institucional es aún excluyente. Cada una de nosotras es ejemplo para todas las demás.
Felicitamos a todas las mujeres en la Diplomacia hoy, en su día. Felicitamos a las cancillerías y a los servicios exteriores que están haciendo un esfuerzo para que quepan todas las personas: mujeres, hombres, personas LGBTI, personas con alguna discapacidad, de diversos orígenes étnicos, de diversos estratos socioeconómicos; sus cónyuges, sus hijas e hijos, sus legítimas aspiraciones de desarrollo personal y humano.
En tiempos de amenazas regresivas, de impulsos que buscan controlar o disminuir nuestra participación en espacios públicos, las mujeres debemos mantener la fortaleza y cultivar la resiliencia. Valgan estas líneas para desearles esperanza en el futuro y probar que mientras aquí estemos no faltarán espacios para el cambio, la inclusión y la justicia.
Seguiremos batiendo las alas de esta mariposa, en espera de los grandes efectos en el sistema diplomático e internacional.
Feliz 24deJunio, compañeras.